María Fernanda Mosquera, emprendedora con 35 años de edad, disfruta del trabajo que realiza en su negocio de elaboración y venta de artesanías que mantiene junto con su familia, en el cantón Durán.
Este emprendimiento lo impulsó con el Crédito de Desarrollo Humano (CDH) de 1.200 dólares que recibió del Ministerio de Inclusión Económica y Social (MIES).
Desde temprana edad María Fernanda aprendió el oficio de elaborar pulseras, collares, anillos y demás artesanías con el conocimiento de José Mosquera, padre de esta emprendedora, quien heredó en ella el arte de trabajar con materiales artesanales. “Mi padre siempre fue mi impulso, me enseñó a trabajar la tagua, el coco, la concha spondylus, ahora trabajamos en conjunto para sacar adelante este negocio”, relató la usuaria.
Actualmente, posee un taller ubicado en la ciudadela Los Rosales, de Durán, en donde la familia Mosquera trabaja generando autoempleo, labrando material que principalmente consiguen en la provincia de Esmeraldas, hasta donde viaja continuamente José para abastecer el taller.
María Fernanda cuenta cómo transcurre cada jornada: “Empezamos temprano, mi padre corta y da forma a los materiales, mi madre y yo nos encargamos de pulir, poner brillo y el acabado. Con este negocio puedo sustentar a mis tres hijos y además lograr que seamos reconocidos por nuestros productos”, agrega.
Con este emprendimiento la familia Mosquera obtiene una ganancia de $ 100 dólares mensuales, lo cual les ayuda a seguir adelante y a realizar nuevos diseños para sus clientes. En los cantones Durán y Samborondón, 1.154 personas usuarias del Bono de Desarrollo Humano (BDH) han accedido al Crédito de Desarrollo Humano del MIES. (I)